Bendecida y esperanzadora mañana la que nos regalas para iniciarla en tu santo Nombre.
San Benito, a quien celebramos hoy, enseñó sabiamente a sus monjes que deberían combinar equilibradamente estos dos elementos: trabajo y oración. No permitas que olvidemos o menospreciemos ninguno de los dos. Que nuestra oración inspire lo que hacemos y podamos cumplir con conciencia nuestra tarea en la vida para usar los talentos que nos regalas en el servicio a ti y a nuestros hermanos. En este día, no permitas que lo negativo nos doblegue y comencemos a juzgar o criticar lo de los demás.
Juzgar a un hermano es una forma de desprecio de su persona, de su vida, de su pensamiento, es situarnos por encima de la fraternidad. Ayúdanos para que cuando nos situemos ante nuestros hermanos, lo hagamos con una mirada limpia, desde nuestra oración confiada y pidiéndote tu alegría, para que podamos compartirla desde la ilusión y la esperanza. Que seamos comunicadores de felicidad, de caridad y de consuelo al hallar al hermano que necesita de nuestra ayuda. Gracias, Señor, por no permitir que la oveja de la esperanza se pierda y mucho menos la moneda de la fe y si las perdemos, ayúdanos a encontrarlas. Amén.
Bendecido y fraternal jueves vocacional. Abrazos y bendiciones abundantes.
Meditación del papa Francisco
Estos cristianos tristes, ansiosos, estos cristianos de quienes uno piensa si creen en Cristo o en el «dios lamentos». El mundo es el mundo, el mismo que hace cinco siglos atrás y es necesario dar testimonio fuerte, ir adelante pero también soportar las cosas que aún no se pueden cambiar. Con coraje y paciencia a salir de nosotros mismos, hacia la comunidad para invitarlos.
Sean en todo lugar portadores de la palabra de vida, en nuestros barrios, en los lugares de trabajo y allí donde las personas se encuentren y desarrollen relaciones. Queridos hermanos, tenemos una oveja y nos faltan 99, salgamos a buscarlas, pidamos la gracia de salir a anunciar el evangelio. Porque es más fácil quedarse en casa con una sola oveja, peinarla, acariciarla, pero a todos nosotros el Señor nos quiere pastores y no peinadores.
Dios nos dio esta gracia gratuitamente, debemos darla gratuitamente. (Cf. S.S. Francisco, 17 de junio de 2013, Aula Pablo VI)
ORACIÓN
Señor, confieso que muchas veces me alejo de Ti por mis distracciones y debilidades, pero confío en que tu mirada nunca deja de buscarme. Eres el Pastor que recorre los valles y montes del corazón humano para traer de regreso a quien se ha extraviado, y yo quiero dejarme cargar sobre tus hombros y volver al calor de tu misericordia. Amén.
Reflexión del Evangelio escrita por P. Luis Alberto Tirado Becerril, misionero del Espíritu Santo
Se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se arrepiente. La alegría de Dios y la alegría de todos los santos y ángeles está en la salvación de cada ser humano que pasa siempre por la conversión, puesto que todos hemos pecado y constantemente recaemos.
Este pasaje evangélico no solo refleja que en el Cielo habrá fiesta por la salvación o conversión de cada ser humano, sino que ambas parábolas nos dicen que los dueños de la oveja o de la moneda mueven cielo, mar y tierra para buscar lo perdido y que, cuando lo encuentran, hacen fiesta e invitan a los amigos y vecinos a compartir la alegría. Esto quiere decir que Dios mismo está en constante búsqueda de aquellos hijos descarriados o rebeldes y que mueve cielo, mar y tierra para que regresemos a Él.
Hoy te invito a tener el coraje de esos publicanos y pecadores que se acercaban a Jesús conscientes de su pecado, a dejar que la Persona de Cristo, su Palabra y sus Sacramentos te restauren una y otra vez, hasta que Él pueda presentarte al Padre Celestial, Santo entre los Santos del cielo.
Al mismo tiempo te invito a reconocerte Iglesia y, por lo tanto, partícipe de la misión salvadora de Cristo. Sal con Cristo al mundo a buscar a las ovejas perdidas. No condenes a nadie, pues el juicio pertenece solo a Dios, pero busca la conversión de todos. No pactes ni con tu pecado, ni con el de tus seres queridos; busca que los corazones y las mentes y las obras de cada persona se rindan a los pies de Cristo, acojan su amor y gocen de su salvación.
Pregunta:
¿Cuándo he sido consciente de que Dios me buscaba incluso cuando yo me alejaba de Él?
Cita bíblica del día.
"Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso". (Lucas 6,36)
